mardi 24 mars 2020

Historia de los Juegos Olímpicos y de Pierre de Coubertin

En los antiguos Juegos Olímpicos participaban militares, y los deportes estaban basados en situaciones que se podían dar en batallas, como realizar carreras con armaduras, lucha, o lanzamiento de objetos pesados y lanzas. Los primeros Juegos se realizaron en el año 776 aC al parecer en honor del dios griego Zeus, y duraron hasta el año 394 dC en que el emperador romano Teodosio I suspendió su realización para unificar la creencia en un solo Dios cristiano. En estas competiciones el premio era una corona triunfal hecha con ramas de olivo, pues es el símbolo mundial de la paz.



Además de los Juegos Olímpicos, los segundos en importancia eran los "Juegos Píticos" o también llamados "Délficos", pues se llamaban así porque se realizaban junto al santuario de Delfos, los cuales se realizaban en honor al dios Apolo, quien se decía que los había creado al matar a la serpiente Pitón, por lo que eran unos Juegos fúnebres que se hacían cada ocho años en los que inicialmente se competía cantando un himno en honor a Apolo. En estos Juegos Délficos a los vencedores se les ponía ramas de laurel, pues recuerda a lo narrado por Ovidio en su libro de las Metaforfosis, cuando este dios Apolo perseguía a Dafne, y ésta, cansada de él, pidió a su padre el dios-río Ladón/Peneo de Tesalia, que la convirtiera en laurel, y por eso cuando Apolo la vio así, se echó a llorar y desde entonces sus hojas coronan las cabezas de la gente en señal de victoria.



A partir de ahí, durante toda la Edad Media no existieron, hasta que se recuperaron en 1896. Sin embargo, entre medias sí que hubo tres intentos, que sirvieron como antecedentes y precursores de esta recuperación.

Entre los años 1612 y 1642, el abogado Robert Dover consiguió organizar una especie de Juegos Olímpicos. Lo llamó "Cotsworld Olimplick Games" y se llevaron a cabo en Chipping Campden, una localidad cercana a la ciudad de Gloucestershire, en el sur de Inglaterra. En 1796, en la Francia revolucionaria, se organizó "L'Olympiade de la Republique", pero no tuvo éxito pues Francia ni siquiera estaba organizada aún como país tras su Revolución, no obstante se introdujo como medida el Sistema Métrico Decimal. En 1832, en Grecia, el poeta Panagiotis Soutsos publicó una nota a fin de motivar para realizar un evento que emulara los antiguos Juegos Olímpicos, y así hacer resurgir el espíritu nacional, que se encontraba bastante hundido tras los once años de guerra y de ocupación otomana del país. Así, consiguió que el millonario Evangelos Zappas se pusiera al frente del proyecto. Muchos miembros de la nobleza y hasta el rey Otón I se sumaron al proyecto, pero cuando llegó el momento de poner en dinero se echaron todos atrás, y Zappas tuvo que hacer frente él solo a los gastos, como la construcción del Estadio Panathinaikó, consiguiendo hacer realidad unos Juegos en 1859 a los que se invitó a atletas otomanos. Pese a fallecer en 1860, dejó dinero para realizar dos ediciones en 1870 y 1875.

Pero el proyecto de Zappas no se quedó ahí. El doctor británico William Penny Brookes supo de sus esfuerzos y convenció a Pierre Fredy de Coubertin, un pedagogo francés, que será quien haga resurgir finalmente y de verdad los Juegos Olímpicos modernos. Su objetivo era replicar el objetivo de Olimpia en las grandes ciudades del mundo, pero con deportes alejados del belicismo y con un reglamento claro. Además, no estarían permitidos los deportistas que compitieran desnudos. Para ello primero tuvo que ir creando sociedades deportivas por toda Francia, y creó la primera revista dedicada al deporte, a la que llamó "Revue Athlétique". Lo siguiente que hizo fue asociarse con el escritor griego Dimitrios Vikelas, pues sin un griego al lado, sabía que este proyecto no funcionaría, y con él convenció al entonces príncipe Constantino I de Grecia (hermano de la reina Sofía de España), y posteriormente otros reyes se sumaron al proyecto, como su padre Jorge I de Grecia, Guillermo II de Alemania y la Reina Victoria de Inglaterra. El último paso fue el 23 de junio de 1894, pues Pierre de Coubertin se presentó junto con Vikelas en el Congreso Internacional de Educación Física, que se desarrollaba en la Universidad de la Sorbona de París, y en dicha última sesión, explicó todo lo que había hecho y todos los apoyos que había recogido, consiguiendo que se aprobaran y apoyaran todos sus pedidos, y convirtió dicha última sesión, en la primera del Comité Olímpico Internacional (COI), aprobando así pues que se celebrasen estos Juegos Olímpicos en 1896 en Atenas. Efectivamente, fue el día 24 de marzo de dicho año cuando el rey Jorge I de Grecia finalmente inauguró los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna.

Una de las frases más conocidas y parafraseadas que dijo el barón de Coubertin es "lo importante en la vida no es ganar, sino participar", sin embargo en realidad dicha frase ni era así ni tampoco era suya, sino de Ethelbert Talbot, décimoquinto presidente de la Iglesia anglicana, pero posteriormente él la hizo suya al decir "Lo más importante del deporte no es ganarsino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo".



En la edición de 1928 que se llevó a cabo en Amsterdam (Holanda), se recuperó la tradición de inaugurar los Juegos con la llama olímpica. Esta llama recuerda al mito del  titán Prometeo (que era amigo de los hombres mortales), cuando robó el fuego a los dioses. Sin embargo no fue hasta la edición de 1936 en Berlín que el fuego se consiguió traer desde las ruinas de Olimpia mediante deportistas que se iban relevando y la llevaban en antorchas, y desde entonces viaja en manos de deportistas hasta la ciudad donde se van a realizar los Juegos Olímpicos. Uno de los encendidos que más se recuerdan es el que se llevó a cabo en la edición de Barcelona en 1992.

En la edición de 2004 que se llevó a cabo en Atenas, el premio para los ganadores, además de las medallas, fue una corona hecha con ramas de laurel.

Las Olimpiadas de 2020 son en Japón (si el coronavirus no lo impide) y en 2024 volverán a ser en París por tercera ocasión, pues ya se realizaron allí en el año 1900 y 1924, es decir,  estos últimos con cien años de diferencia.


A continuación, podemos ver una presentación de los lugares de París en los que se prevé que se ubicarán los distintos deportes y disciplinas olímpicas en 2024.


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