Baron Noir es una serie sobre política. Y está centrada en lo que pasa en el entorno del Partido Socialista Francés. Si has oído hablar de "House of cards", si la viste y te gustó, esta serie es más o menos parecida, pero centrada en Francia. Hay corrupción, persecuciones, secretos, traiciones, confabulaciones y hasta una muerte al inicio de la serie. Luego todo está centrado en la actividad política en la sede, con los militantes de base, y se conoce la lucha que hay dentro de los partidos para hacer y negociar las listas electorales, las trampas que se hacen para ganar elecciones. Si no tienes claro si te gusta la política, sin duda esta es una serie para terminar de amarla o detestarla.
El protagonista principal es Philippe Rickwaert, genialmente interpretado por el actor franco argelino Kad Merad, el cual inicialmente es el alcalde de la ciudad de Dunkerke, ubicada en el norte de Francia, a unos 300 km, en coche a 3 horas y media. Baron Noir es el apodo con el que se le conoce a Philippe. La acción transcurre entre dicha ciudad y la capital de París. Nuestro protagonista controla el partido, y es sumamente inteligente, porque sabe lo que tiene que hacer en cada momento para salir de los aprietos en que se encuentra. Lo que hace no está bien, políticamente no es nada correcto, pero tampoco es ilegal del todo, y esto al espectador que ve la serie, le crea serias dudas sobre si es un corrupto o no lo es, sobre si debería abandonar la política, o si por contra, debería denunciar todo lo que sabe de los demás que le rodean. Y lo cierto es que él también se lo pregunta.
En la segunda temporada, Philippe sigue en acción, porque este es su mundo, pero como ahora está mal visto por su pasado, se dedica a aconsejar a otros políticos e incluso a la presidenta, la cual tampoco lo puede reconocer oficialmente como su asesor, por lo que entrañaría de estar dejándose asesorar por un exconvicto. Sin embargo se incorporan otros personajes a la historia, otros políticos que rodean a la presidenta, y desean el poder. Ella duda entre a quién hacer caso, pues ellos tienen posturas y pensamientos bastante separados políticamente hablando. Y mientras todos estos giros internos van ocurriendo, tienen que ir afrontando sucesos políticos y sociales que han de gestionar.
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